España se sitúa como el tercer país que produce la electricidad más cara de entre los países de Europa, aunque realmente no es un dato que nos sorprenda viendo los bajones y sobre todo las subidas que pega el precio de la electricidad cada año. La cifras que ha proporcionado Eurostat, la oficina de estadística europea, acerca del segundo semestre del pasado año, sitúa el precio del kilovatio por hora libre de impuestos a 0,1712 euros, cifra que solo se veía superada por Irlanda y Bélgica, por lo contrario el país lituano se sitúa como el país con menor coste en la producción de electricidad con un precio de 0,0777 euros.
Sin embargo en cuanto a lo que se refiere al coste que pagamos en nuestros hogares, España se sitúa como sexta más baja de la UE en cuanto a precio e impuestos en el precio final de la Unión Europea, con un precio de kilovatio por hora pagado de 0,2177 euros, lo que supone un peso del 21,4% en impuestos, mucho más bajo que la media que marcó en el último semestre del año 2017 en el que los hogares europeos pagaron de media un 40% sobre el precio total solo en impuestos.
En cuanto a la producción de gas, nos situamos a la cabeza, con la producción de gas más cara de los 28 miembros de la Unión Europea, con un coste para los hogares de 0,0692 euros, un 49% más caro que lo que marca la media europea, aunque sumando los impuestos se sitúa en el cuarto lugar, siendo el país sueco el que más pagó con unos impuestos que se elevaban al 45,3% respecto del precio total, muy por debajo del porcentaje que se dispone en España y que se sitúa en un 20%, siendo el noveno país con la fiscalidad más baja.